18.1.11

¿Puede un cristiano ir a la guerra? (18)

Como dos facetas de un mismo discurso, sin ponernos de acuerdo, mi hermano Julio escribió ayer un post muy interesante "¿Puede un cristiano ir a la guerra?" mientras yo escribía, recordando a Martin Luther King, "¿Por qué me opongo a la guerra?"

Dice Julio, entre otras cosas:
"(...) Sí, existe el concepto de guerra justa, y creo que cada uno en su conciencia debe decidir si empuñar o no las armas. Igualmente pienso que nadie tiene derecho de juzgar lo que otro en su conciencia hace en obediencia a Dios. Es más cómodo esperar a que otros resuelvan los problemas, mientras tanto recuerdo a tantos jóvenes que murieron en las playas de Normandía y en otros lugares. (...)" seguir leyendo (link)
Por otro lado habla también de la "presión mediatica a la que somos sometidos, donde el "discurso oficial" es que la guerra es mala. Sí eso es ahora, y eso es en nuestro país, puede que en la mayoría de Occidente. Pero esto no siempre ha sido así, y nada nos garantiza que durará.

De hecho, cuando empiezan a sonar los tambores de guerra, la "presión mediatica" precisamente lo que empuja es a empuñar las armas. Evidentemente no estoy hablando de aquellos cobardes, ni siempre "neutrales" de los que ayer en el sermón de Martin L. King citando a Dante decía que merecian la parte más ardiente del infierno. No, me refiero a aquellos, que en contra de la opinión generalizada, deciden ponerse, en obediencia al Señor, en contra de la violencia diciendo "hay otro camino"

¿Qué es una guerra "justa"? ¿Y quien lo determina? No es acaso esa misma "presión mediatica" la que condiciona la opinión pública, y que muchas veces obedece a intereses no siempre confesables... porque desgraciadamente como dijo Santiago, "principio de todos los males es el amor al dinero", y suele estar detras de cada conflicto entre los hombres.

De hecho en el caso precisamente de la segunda guerra mundial y del atroz Hitler, como bien sabemos, la opinión pública americana no se inmuto cuando este invadió Polonia, cuando tomo a la fuerza parte de Europa, lo que empujo a EEUU de entrar en la contienda fue que Japón decidio arrasar su flota en Pearl Harbor, y sobre este incidente hay multitud de versiones y teorias en las que desde luego no voy entrar, pues ni soy periodista ni historiador, pero como bien sabemos los españoles, la duda siempre pesa sobre EEUU en lo que se conocen como "ataques de bandera falsa".

En fin, volviendo al centro del asunto, y lo que dice Julio, de hermanos nuestros que en conciencia y delante del Señor decidieron empuñar las armas en una contienda "justa" como fue la segunda guerra mundial. ¿Qué dire? Dios me libre de juzgarlos, pues uno es el Juez, y Él quien conoce los corazones, y discierno aún lo oculto, y no yo.

Pero para utilizar esa misma contienda, yo admiro profundamente a muchos quaqueros y muchos cristianos que delante del Señor decidieron no empuñar las armas, y creedme, en aquella época era realmente díficil, y había que ser realmente valiente -sí, valiente es la palabra- para no tomar el fusil, porque entonces esa misma "presión mediatica" empujaba a ello.

Cuando se me habla de una "guerra justa", no puedo evitarlo, siempre me acuerdo de los mismo, ¿Acaso ha habido o habrá nunca en la historia de la humanidad una guerra más justa que la que empujo a Pedro a tomar su espada? Por revelación directa de Dios, el vehemente Pedro conocía que Jesús era el Mesias, el Cristo, el hijo del Dios viviente.
Y allí estaban aquellos hombres en la noche y armados con espadas y lanzas, dispuestos a llevarse a su amado maestro por la fuerza, con violencia, a prenderlo como a un ladrón para una muerte segura. Quiero pensar que yo hubiera desempuñado también mi espada.

Una cuchillada en el aire de la noche, y la espada de Pedro segó la oreja de Malco, uno de los que servía al sumo sacerdote, y de repente en el tumulto, la voz firme del Señor:
    - ¡Alto! Dejadlo.
Jesús se acerca al malherido Malco, toca su oreja y es sanado en el instante.
    - Vuelve tu espada a su lugar, porque todos los que tomen espada, a espada perecerán. ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?
Y su Voz resuena en mi corazón, como ha resonado siempre en aquellos que han decidido plantarse firmes ante la violencia, decirle no a esa espiral diabólica de sangre que llama a sangre, pues creyeron precisamente en la sangre que cae a tierra y no clama por venganza, sino sangre que grita justicia, esperanza y Salvación.

Hoy precisamente como con Julio, muchas cosas que hablar!, a la que sumará esta también, y lo que es seguro es que no llegaremos a las manos :-)

2 comentarios:

  1. Esto de la guerra es un tema que tiene mucha tela por donde cortar. Brian Mclaren tiene muy buenos insights sobre el tema en EVERYTHING MUST CHANGE. C.S. Lewis tiene una perspectiva proguerra en caso de que sea "justificado". Durante la Segunda Guerra Mundial algunos pastores y evangelistas ordenados tuvieron que pelear y morir del lado del ejercito Nazi, cuando no querían, luchaban internamente en si ir o no. Uff!!! Es bien importante que hablemos de esto... Asi que ojala se arme una buena conversacion alrededor de esto...

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  2. Hoy he comido con Julio, y sí efectivamente hemos hablado de ello, entre otras cosas de las postura "proguerra" que tenía C. S. Lewis.
    En un tema delicado donde el cristiano debe actuar en conciencia, delante del Señor, y donde tampoco caben las posturas maximalistas y los pontificados.

    Lo que yo personalmente tengo la convicción es que los cristianos que "han marcado la diferencia" no han sido los hermanos que decidieron seguir al mundo, y empuñaron las armas, sino los que decidierón no empuñarlas por amor a Cristo. Es mi opinión personal.

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