23.1.11

Más del Espíritu y el Antiguo Testamento (23)

El otro día escribí algo que me tiene sobrecogido, sobre "El Espíritu Santo en el Antiguo Testamento"
Decía que el Espíritu de Dios no podía "morar o habitar" en el hombre hasta que el sacrificio de Cristo no fuera consumado.
Un hermano/a en anonimo me ha dejado algunos magníficos comentarios en el post, que creo me obligan a aclarar algunas cosas sobre lo que quería decir:

- En primer lugar, no pretendo "sentar doctrina" ni nada parecido. Para mí ha sido un "descubrimiento", me conmueve, y me habla del Sacrificio de mi Señor y del glorioso Plan de Salvación. No lo comparto con animo de "contender" ni de discutir, de hecho si tu no lo compartes, ya sabes "examinarlo todo, quedaos con lo bueno". Por otro lado, yo soy muy fácil de "convencer", me convence la Palabra, así que no tienes más que mostrarme un solo versículo donde diga en el Antiguo Testamento que el Espíritu de Dios "moraba" o "habitaba" en un hombre.

- Nada más lejos de mi intención que decir que el Espíritu de Dios no obraba en la vida de los hombres en el Antiguo Testamento. Naturalmente que sí. Estaba desde el mismo principio, en Génesis, sobre las aguas, y cuando se refiere a Dios allí mismo se emplea un plural, que a mi no me cabe duda que abarca a Dios Padre, a Jesús y al Espíritu Santo.

- Naturalmente que el Espíritu de Dios interactuaba con el hombre, ya lo mencionaba en el post, anterior, se "manifestaba", los "tomaba", los llenaba para profetizar, para llevar Palabra del Señor, los guiaba, etc.

- Lo que decía, y lo sigo pensando es que no "habitaba" ni "moraba" en el hombre, creo que sencillamente no era posible: Dios es Santo.
La Palabra nos dice que habitaba y moraba, primero en el Tabernaculo, luego en el Templo, en el Lugar Santísimo, y conocemos en que "estrictas condiciones", de hecho los hombres, los sacerdotes solo podían entrar a la presencia de Dios, en determinadas circunstancias, y en fechas señaladas.

- Una querida hermana, que no comparte lo que digo, me decía que no es dogma, y que no afecta a la salvación, por tanto que es una "cuestión teológica" sujeta a discusión. Naturalmente que sí. Y sin embargo, a mi personalmente me habla del maravilloso Plan de Salvación de Dios, y de lo que el sacrificio de Cristo supuso en ese "consumado es".

Creo que es por eso, que preguntado por la samaritana, el Señor le dice que ya no será importante el sitio donde se adora, pues el Señor busca adoradores en Espíritu y en Verdad,  ya no más en Templo construido por manos de hombres, sino en nosotros mismos, ¿O desconocemos que somos "templo del Espíritu Santo"?. Creo que cuando el velo del Lugar Santísimo es rasgado de arriba a abajo, allí donde moraba la Presencia de Dios, hace manifiesto que la Presencia de Dios se acerca a los hombres por la sangre rociada en el Altar por nuestro Sumo Sacerdote, el Cordero de Dios.

Creo que el sacrificio de Cristo, permite que nos diga que "vendremos y haremos morada con él" (Juan 14:23), cenaremos con él, en una intimidad desconocida por el hombre. Creo que por eso nuestro Señor nos dice que era necesario que Él se fuera para que el Espíritu viniera (Juan 16:4-15). Os alegraríais si lo entendiérais les dice a sus discipulos.

Creo que es la Promesa, nuestro Consolador, nuestra Guia, "recibiréis poder" les dijo Jesús a sus amados.

Creo que el pecado impedía esa perfecta comunión, pues ¿qué comunión tienen la luz con las tinieblas?, creo que sólo Cristo nos justifica, nos limpia de todo pecado, nos hace santos, y permite que los que nos precedieran pudieran decir:
"Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. " Romanos 8:9

"Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí." Gálatas 2:20

"¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?" 1 Corintios 3:16

"Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios." Apocalipsis 21:3

"Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor" Efesios 3:14-17

2 comentarios:

  1. Es cierto, la promesa del padre no podía llegar sino hasta después de que el Señor Jesucristo se fuera de la tierra, en el momento señalado por el padre y dice el Señor Jesucristo que moraría y habitaría entre nosotros. Supongo que las inconformidades han venido de ciertas corrientes neo-pentecostales que basan sus mensajes en apartes del AT, sin tomar en consideración que el AT es a penas la sombra de los que había de venir, según lo relata el escritor de Hebreos.

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  2. Hola Ana!
    Sí precisamente hoy leía Hebreos, y efectivamente es claro al respecto.
    Yo tampoco se de donde viene la "inconformidad".
    Es cierto, como algunos me dicen, que no "afecta a nuestra salvación", pero a mi juicio le da una dimensión y una profundidad, que como digo, a mi me conmueve.

    Un saludo y gracias por pasar por aquí ;-)

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