20.1.11

El Espíritu antes de Cristo no habitaba en los hombres (20)

Llevo desde hace días dandole vueltas a algo que me tiene el corazón sobrecogido.
Veréis creo que antes de la llegada de Cristo, es decir en todo el Antiguo Testamento, el Espíritu Santo no habitaba ni "moraba" en los hombres, no podía.
La presencia de Dios, y el Espíritu Santo lo es, sólo estaba en el lugar Santísimo.

Naturalmente que el Espíritu del Señor obraba en los hombres, de hecho, lo leemos en muchos casos, pero fijaros que siempre habla de ello, diciendo cosas como "entonces el el Espíritu vino sobre él y..." -es evidente que si vino, no estaba- o bien "se empezo a manifestar a él" o incluso lo "tomo" o lo "lleno y profetizo" (el mismo Saul o Zacarias, padre de Juan el bautista) pero como un hecho puntual. No se habla en ningún momento de morar o habitar como si lo hace en el nuevo Testamento.
De hecho cuando en el Antiguo Testamento se profetiza "El Espiritu está sobre mi" o "reposa sobre mi" están siempre refiriendose a Jesús, por ejemplo, en varios pasajes de Ezequiel o más específicamente en el texto de Isaías 61 que Jesús lee en la sinagoga, y que da cumplimiento a la Escritura como Él mismo dice:

"Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. 
Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: 
El Espíritu del Señor está sobre mí, 
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; 
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; 
A pregonar libertad a los cautivos, 
Y vista a los ciegos; 
A poner en libertad a los oprimidos; 
A predicar el año agradable del Señor.
Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. 
Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros." Lucas 4:16-21 

Siguiendo en ese razonamiento, seguía pensando ahora ya en Juan el bautista, el fue lleno del Espíritu aún desde el vientre de su madre, y que duda cabe que en su vida recibió revelación del Señor, de hecho "preparó su camino", pero varias cosas llaman mi atención:

1. Es posible que el Espíritu Santo morara en él, y sin embargo mandara a preguntar al mismo Jesús por medio de sus discipulos "¿Eres tu el que ha de venir o esperamos a otro?". A mi juicio no es compatible.

2. Cuando Jesús habla de el Bautista, dice que de los nacidos de mujer ninguno hay mayor que él, el más grande de los profetas y sin embargo dice "que aún el más pequeño del Reino mayor es que él"

Esto último me ha chocado durante mucho tiempo, pero creo que sé porque lo dice el Señor:
Fijaos que dice de los "nacidos de mujer", y es que Juan, como el resto de los profetas es "hijo de hombre", de hecho así es como se dirige muchas veces Dios mismo a los profetas: "hijo de hombre" ve y haz o vé y dí.
Pero leer lo que dice Juan 1:

"Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 
los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios." Juan 1:12-13

Ya no "hijos de hombre", no de voluntad de sangre o carne, sino la potestad de ser hechos ¡Hijos de Dios!
Eso mismo es lo que hace maravillarse a Juan en la primera epistola, como debíamos vivir maravillados nosotros: "Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios".

De hecho eso es lo que propicia la muerte de Cristo, justicia de Dios sobre nosotros, "consumado es" y el velo del Templo se rasgo de arriba a abajo, lo que separaba la misma presencia de Dios en el Lugar Santísimo quedaba franqueado para nosotros por el velo de la carne y la sangre de nuestro Señor.

Y es que estoy convencido que sólo en los "hijos de Dios" es donde el Espíritu Santo de Dios puede "habitar" "hacer morada", ¡que hermoso privilegio!, que maravilloso don para un corazón de carne ya.
Es por eso que el mismo Jesús nos dice que era necesario "que Él se fuera, para que el Espíritu llegara":

"Mas os he dicho estas cosas, para que cuando llegue la hora, os acordéis de que ya os lo había dicho. 
Esto no os lo dije al principio, porque yo estaba con vosotros. Pero ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿A dónde vas? 
Antes, porque os he dicho estas cosas, tristeza ha llenado vuestro corazón. 
Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. 
Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; 
y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado. 
Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. 
Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. 
El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. 
Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber." Juan 16:4-15

No sé a vosotros, pero a mi me tiene el corazón sobrecogido. 
Yo no lo había oído antes, y de hecho debe ser "controvertido" porque he visto a algunos hermanos poniéndome "caras raras" cuando lo compartía. ¿Qué pensáis vosotros?

ACTUALIZACIÓN: He creido necesario hacer una entrada suplementaria sobre el tema, aclarando algunas cosas, y extendiéndom en otras. Por si te interesa, está aquí

4 comentarios:

  1. Anónimo11:09 a. m.

    I. LA PERSONA DEL ESPIRITU SANTO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO


    Las referencias al Espíritu de Dios están esparcidas a través del Antiguo Testamento. Aunque la doctrina de la Trinidad brilla menos en el Antiguo Testamento, todavía son reveladas la personalidad y la deidad del Espíritu. En el primer versículo de la Biblia (Génesis 1:1), la palabra hebrea para "Dios" es una palabra plural. En Génesis 1:2, el Espíritu es mencionado expresamente. Dios también se refiere a sí mismo en forma plural (Génesis 1:26; 11:7) y por lo menos en un lugar son mencionadas juntas las tres personas de la Trinidad (Isaías 48:16). Muchos de los títulos del Espíritu Santo son encontrados en el Antiguo Testamento (Salmo 51:11; Zacarías 12:10 y Job 33:4).

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  2. Anónimo11:10 a. m.

    cont.
    II. EL ESPIRITU SANTO EN LA CREACION


    Muchas de las obras de Dios se atribuyen a las tres personas de la Trinidad. Encontramos la misma verdad en cuanto a la creación. Mientras que el Padre y el Hijo se reconocen en esta obra (Hechos 4:24; Juan 1:3), el Espíritu de ninguna manera es excluido.

    A. Fue activo en la creación del universo. - Génesis 1:2; Isaías 40:12-13; Job 26:13

    B. Fue activo en la creación del hombre. - Job 33:4

    C. Es activo en la preservación de la naturaleza. - Salmo 104:10-30; Isaías 40:7
    III. LA OBRA DEL ESPIRITU SANTO EN LA SALVACION


    Desde la caída de Adán al pecado, el hombre se ha quedado en un estado inalterado de depravación. Sin la influencia de la gracia del Espíritu de Dios no ha habido nunca un tiempo cuando el hombre natural podía amar, confiar o acercarse a
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    [p. 8]
    Dios. En cada época el Espíritu tenía que convencer (Génesis 6:3), vivificar (Salmo 119:25), iluminar (Salmo 119:27) y volver al alma a Dios (Salmo 65:3-4). El Espíritu Santo ha sido siempre el guía e instructor del pueblo de Dios (Nehemías 9:20).

    Hay que rechazar la idea de que los creyentes del Antiguo Testamento no tenían al Espírítu Santo. Nadie niega que en el día de Pentecostés fue recibida una nueva manifestación del Espíritu (Juan 7:37-39; 14:16-17; Hechos 1:8), sin embargo, hay que afirmar que nunca hubo un hijo de Dios destituido del Espíritu. Nuestra naturaleza carnal nunca puede producir un creyente santo porque "lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es" (Juan 3:3-6; Romanos 8:7-8).

    En Proverbios 1:23, "La sabiduría" prometió derramar su Espíritu sobre los que se arrepintieran al ser reprendidos por ella.

    (Nota - La sabiduría, como está personificada en Proverbios no puede ser nadie más que Jesucristo mismo. Compare Proverbios 1:23 con Juan 7:37-39. Estudie, sobre todo, la última mitad de Proverbios 8. También compare Lucas 11:49 con Mateo 23:34.)

    Mientras Cristo daba énfasis al descenso futuro del Espíritu, muy precisamente aclaró que el Espíritu Santo ya moraba con ellos (Juan 14:16-17).

    Otro error que a veces se oye es la enseñanza de que los creyentes del Antiguo Testamento podían perder el Espíritu. Algunos han usado el caso de Saúl (1 Samuel 16:14) para comprobar esta enseñanza, pero confunden la obra del Espíritu en la salvación con la obra de equipar a los hombres para servir a Dios. El Espíritu Santo viene y sale de los hombres en muchos sentidos, pero nunca en cuanto a la salvación. Implicar tal enseñanza sería negar la seguridad del pueblo de Dios (Salmo 37:24).

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  3. Anónimo11:10 a. m.

    cont.
    IV. LA OBRA DEL ESPIRITU EN LA REVELACION


    Cristo prometió que el Espíritu Santo sería nuestro maestro, así como el Espíritu de Dios también enseñaba a los creyentes del Antiguo Testamento.

    A. El inspiró a los profetas. - 2 Samuel 23:2; Ezequiel 2:1-2; Miqueas 3:8

    B. El inspiró las Escrituras del Antiguo Testamento. - 2 Pedro 1:21; Hechos 1:16

    C. El instruyó al pueblo de Dios. - Nehemías 9:20
    V. LOS DONES ESPECIALES DEL ESPIRITU MANIFESTADOS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO


    A. Los dones políticos - Génesis 41:38; Números 11:25; 27:18

    Fue el Espíritu de Dios quien le dio líderes a Israel.

    Nota: Aun el Nuevo Testamento también dice que Dios ha establecido toda autoridad superior. (Romanos 13:1-2).

    B. Los dones morales

    1. El valor - Jueces 6:34; 11:29

    2. La indignación - 1 Samuel 11:6

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    [p. 9]

    C. Los dones físicos

    1. La fortaleza - Jueces 14:6; 15:14.

    2. La habilidad de trabajar artes manuales (inventar diseños; trabajar en oro, plata, bronce, piedras, madera y toda clase de labor) - Éxodo 31:2-5

    Todo esto nos debe enseñar el significado de Zacarías 4:6. Separados del Espíritu de Dios no podemos rendirle servicio aceptable a Dios.
    VI. PROFECIAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO RESPECTO AL ESPIRITU


    Aunque las profecías del Antiguo Testamento acerca de Cristo reciben mucha atención, no nos olvidemos de estudiar también esas que predijeron la venida y la obra del Espíritu de Dios.

    A. Las profecías respecto a la obra del Espíritu durante el ministerio terrenal de Cristo - Isaías 61:1-3

    B. Las profecías respecto a la obra del Espíritu durante el reino de Cristo - Isaías 11:1-9

    C. La profecía del descenso del Espíritu en el día de Pentecostés - Joel 2:28

    Nota: El autor desea mencionar que él no considera que el Día de Pentecostés fue el cumplimiento completo de esta Escritura.

    D. Las profecías respecto a la obra futura del Espíritu Santo con los judíos - Isaías 44:2-3; Ezequiel 37:1-14; 39:28-29; Zacarías 12:10

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  4. Estimado/a Anonimo,
    Muchas gracias por tus valiosas aportaciones. Cosas muy buenas!
    Precisamente por tus comentarios, y por que le sigo dando vueltas al tema, he hecho una nueva entrada, donde contesto algunas cosas de las que planteas si te interesa, está aquí (Link)

    Recibe un saludo fraterno

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