Mi iglesia tiene muchas campanas
de lenguas vivas que de amor laten,
que tañen, tañen sus alabanzas
hacia el Lucero de la mañana.
Mi iglesia está hecha toda de piedras,
piedras labradas a la medida,
piedras que crecen y se entremezclan
en sus columnas blancas y negras.
Mi iglesia suele ir al colegio,
a la oficina y a los mercados;
está en las casas y asiste al templo,
y por las calles va predicando el Evangelio.
Mi iglesia es única y es multiforme,
La adornan rostros, brazos y pámpanos
que afloran frescos frutos, y dones,
porque la nutre Dios hecho hombre.
1.4.09
Mi iglesia, Rodolfo Loyola
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Gracias, Jaaziel. Me ha hecho mucho bien leerlo en esta noche.
ResponderEliminarMe gustó esta poesía. muy cierta Jaaziel. Muchas gracias por haberla puesto para que nos gozáramos al leerla.
ResponderEliminarSaludos.
Lisi, me gustá verte por esta "tu casa" :) y mucho más que te haya hecho bien.
ResponderEliminarIsa, Las gracias a tí por pasarte a visitarme.
Un abrazo fraterno para ambas