22.12.06

¿Navidad?

Recuerdo aquellas primeras navidades sin él...
Un 24 de Noviembre, una mañana luminosa, una llaga en mi corazón.
Como decía el poeta:
"temprano levanto la muerte el vuelo,
temprano madrugo la madrugada”
"No hay extensión mas grande que mi herida
y siento mas tu muerte que mi vida"
"No perdono a la muerte enamorada
no perdono a la vida desatenta"

Aquello tenia sentido..., aquello hablaba a mi dolor.
Y en medio de todo aquello, algo que no tenia absolutamente ningún sentido: la navidad.
Pon una cara de que "todo está bien", compra regalos, come turrones, bebe cava, y no te olvides cantar "veinticinco de diciembre, fun, fun, fun". ¿Que era aquello?!!... comida de "fraternidad" en el trabajo, papa noel, y compras en los "grandes almacenes"... ya sabes, el "espíritu" de la navidad.
¿Acaso nadie podía entender que aquella "silla vacía" ocupaba una extensión infinita?
Y un día, una amiga, me dejo una cinta; oí en ella un mensaje revolucionario:
Aquel hombre disparatado, más que probablemente loco, decía que la navidad era para mi, venia a decir que la navidad era única y exclusivamente para mi.
Contaba que hacia mas de 2000 años, una pareja de hebreos buscaba un sitio en el que iba a nacer su hijito, ella estaba en avanzado estado de gestación, se habían desplazado para un censo a su población de origen, Belén, y se encontraban buscando un sitio para pasar la noche, no era fácil, había muchos desplazados como ellos, y "no encontraron lugar en el mesón"... pero alguien se apiado de aquella joven embarazada y aquel hombre azarado, y les dejo sitio en un establo. Allí nació Jesús, puesto en un pesebre, allí donde se apacentaban los animales.
Y Él sigue, hoy, más que nunca, buscando un sitio donde nacer...
Ahora mismo, Él esta buscando, en los corazones, espacio para "dar a luz".
Ahí mismo, precisamente en ese vació, en ese dolor, en esa “silla vacía”, en ese pesebre. No lo dudes, exactamente eso es lo que esta buscando... desesperadamente.
Bueno, pensé, eso si lo tengo... Mi vació es inmenso, aquí si cabe... Y, por lo visto, lo único que tenía que hacer es decirle que sí, que "aquí había sitio", que entrara.
Le dije: pasa, si quieres, tengo aquí tengo un "hueco", un vacío que no me cabe en el corazón.
Solo os puedo decir, que aquel 24 de Diciembre... fiel a su Palabra, Él nació. Aquella inolvidable Navidad de la silla vacía y el llagado corazón en llamas.
A todos los que tenéis un vació en vuestro corazón, os felicito, para vosotros es la Navidad: FELIZ NAVIDAD, queridos, para vosotros nace el Salvador. ¡Hosanna en las alturas!.
Que el Dios de toda Consolación, de toda Paz, de Toda Esperanza, haga nacer, en cada corazón de los que buscan y piden, a su bendito Hijo. Así se lo pido, en el Nombre precioso de Jesús.

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