15.12.06

La Iglesia "relevante"

Mi hermano Fausto está haciendo una serie estupenda sobre la Iglesia, os recomiendo seguirla.
A raiz de uno de sus comentarios pensaba que la Iglesia ya es relevante, impactante, revolucionaria, ya tiene un mensaje nuevo y fresco por si misma, asi la establecio Cristo hace casí dos mil años, y así prevalecerá. Lo que tenemos nosotros que hacer no es buscar formas o métodos para hacer la Iglesia relevante, lo que hemos de hacer es ser Iglesia. Somos nosotros los que hemos de ser mudados, ser transformados ... ser Iglesia.

Y eso no lo haremos por la via de "conformarnos a este mundo", no lo haremos pretendiendo agradar a los hombres, pues entonces no seriamos siervos de Cristo, y es más que probable que acabames "diciendolé a lo malo bueno, y a lo bueno malo"

"Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo." Galatas 1.10
No nos hagamos "tan relevantes", no nos olvidemos que el Señor nos escogio de "lo vil y menospreciado", a nosotros, y con eso hizo su Iglesia, su "prometida", su futura esposa ...
"Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia.
Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor." Cor. 1:26-31
Alguno dirá, que como Pablo, nos debiéramos hacer "judios al judio, y como los que no tienen Ley a los que no tienen ley" con tal de ganar a almas para Cristo, pero no es exactamente eso lo que dijo Pablo, lee completo, y juzga tu mismo:
"Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número.
Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley; a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley.
Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos. Y esto hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él.
¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.
Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.
Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado." 1Cor. 9:19-27
Sí, eso es lo que hemos de hacer, ni más ... ni menos.

3 comentarios:

  1. Bendiciones hermano!
    Igual que tu he seguido con interés la serie que Fausto esta publicando.

    Realmente estamos "unánimes" (je) cuando dices: "...Lo que tenemos nosotros que hacer no es buscar formas o métodos para hacer la Iglesia relevante, lo que hemos de hacer es ser Iglesia. Somos nosotros los que hemos de ser mudados, ser transformados ... ser Iglesia..."

    Me recordaste aquél post que publiqué hace rato: "Ser y hacer..."

    Estamos tan ocupados en nuestro "hacer" para ser relevantes que hemos olvidado lo que "somos" y debemos ser.

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  2. Si, mi hermano lo recuerdo, "ser sal", no "intentar ser sal", me gusto mucho.
    En latin "esse quan videris", ser en vez de parecer :)
    Un abrazo, me gusta verte por aquí

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  3. "Hemos de ser Iglesia". Qué verdad más sublime. Y vaya que fallamos en esa tarea.

    Una buenísima y nutrida reflexión.

    Saludos, hermano.
    ¡Bendiciones de lo Alto!

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