A nuestra manera de ver hoy las cosas, resulta casi paradójico que aquella iglesia a la que se añadía diariamente los que habían de de ser salvos, no tenía:
- Templo.
- No tenía pastor.
- No tenía artículos de fe.
- No tenía como Biblia nada más que el Antiguo Testamento.
- No tenía instrumentos musicales.
- No tenía coro.
- No tenía dinero.
- No tenía escuela dominical.
- No tenía himnarios.
- No tenía sociedad de jovenes, de damas o de caballeros.
- No tenía nombre.
- No tenía metodos de evangelización.
- No tenía cultos establecidos
- No tenía reconocimiento legal.
- No tenía cultos especiales para los candidatos al bautismo.
- No tenía institutos bíblicos para preparar obreros.
La iglesia era Cristo mismo viviendo en ellos. Él dijo: "Os tomaré a mi mismo (que seréis vosotros) para que donde yo esté vosotros también estéis".
- Tenía, el poder del Espíritu Santo.
- Tenía comunión unos con otros (Se amaban).
- Tenía oración diaria y partimiento del pan en común.
- Tenía un incomprensible desprecio por las cosas materiales. ("Vendían sus bienes y los repartían ...")
- Tenía alegría y sencillez de corazón entre sus miembros.
- Tenía alabanza sincera a Dios.
- Tenía el testimonio fresco y apasionado de la resurrección del Señor.
(Tomado del libro "Carne para el Espíritu")
Del "Blog de Rodolfo Loyola"
Hola Jaaziel DTB!
ResponderEliminarParece mentira pero es verdad...
Sí Carlos.
ResponderEliminarEs un texto de Rodolfo Loyola, escrito hace un montón de años, pero sigue siendo valido.
Un abrazo
Sencillo pero impresionante.
ResponderEliminarfaltó algo que tenia y que todavía lo hay, diferencias jeje solo que ellos si se arreglaron, por lo demás los mismos pecados de toda iglesia
ResponderEliminarsaludos
Brutal...como dirian mis hermanos puertoriqueños...
ResponderEliminarYa paso chequeando el blog de Rodolfo Loyola.
Me alegro que te gustará Guille.
ResponderEliminarYaser, tienes razón ;) Bienvenido!. Gracias por la visita.
Betty sí!, Rodolfo, como no cubano ;-D ... cristiano por encima de todo
Hola Jaaziel
ResponderEliminarQue buen artículo. Excelente y absolutamente cierto.
Un abrazo