17.2.11

En casa con mi hijo (48)

Después del susto de ayer con mi hijo, tome el avión de vuelta, y pasamos la noche en el hospital, al final descartaron apendicitis, y le han dado el alta hoy por la tarde.

Pero no os quería hablar de eso, si no más bien, del agradecimiento que tengo con el Señor, con mis hermanos, con vosotros.

Cuando uno está a muchos kilometros de distancia, habla por telefono con su hijo, nervioso, y cuelga la sensación es terrible. Que bueno tener la certeza de tener un Señor al que volvemos nuestro rostro, da igual la circunstancia, y Él nos da de esa Paz que sobrepasa todo entendimiento, y la notas cubriendo como un tabernaculo tu vida y las de los que amas.
Que maravilla poder mandar un sms a una lista de tu telefono y al twitter, y saber que hay decenas de hermanos que te quieren, y que se ponen a orar a nuestro Padre. Es algo difícil de explicar, pero como he dicho otras veces, se siente como "viento en las velas".

Gracias Señor, Gracias hermanos.

1 comentario:

  1. Nos alegramos de que las aguas vuelvan a su cauce, que descanséis.

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