En mi país, España, ya los días se empiezan a hacerse más largos anunciando la llegada de la primavera. Y es habitual en estos días, todavía de invierno, un anticiclón se acerque dejandonos esos días tan especiales: cielos despejados, sol radiante, y una temperatura sobre los 15 grados.
Yo además vivo en un pueblo de la Sierra de Madrid, a 900 mtetros sobre el nivel del mar, con lo que las atmosfera es limpia y clara, más cerca del cielo.
Hoy ha amanecido una de esas mañanas gloriosas, es sabado, estoy en el porche de casa, en el jardín, en la mecedora -parezco un viejecito quaquero :-)- acordandome de mis hermanos que están pasando frio en México, y dandole gracias a Dios por sus vidas.
En el jardín:
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