15.8.09

Vehemencia y Mansedumbre

Todavía estoy dandole vueltas a una reunión de la iglesia que tuvimos el otro día. No me tomo las cosas del Señor y su iglesia a la ligera, menos aún desde que fuí hecho anciano... tremenda responsabilidad, tremendo privilegio servir a la iglesia de Cristo.

El caso, es que estoy demasiado acostumbrado, quizás por el trabajo, a defender ardientemente mis argumentos, y muchas veces soy un poco "apisonadora".

Termino la reunión y en el coche iba recordando Gálatas:
"Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 
Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. 
Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. 
No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros." Galatas 5.22:26
He justificado muchas veces mi caracter vehemente y apasionado, he recurrido a veces al ejemplo de Apolo, o Pablo o Pedro, que el Señor toma nuestro caracteres, los usa y da forma... y siendo todo eso verdad: ¡Que hermosa es la mansedumbre! "Aprended de mi que soy manso y humilde de corazón" dice nuestro Señor. Que deslumbrante adorno es la templanza, atributo que he encontrado en todos los siervos del Señor que he conocido y más han tocado mi corazón, empezando por mi abuelito.

Pero es que además, y volviendo a la reunión de la iglesia, donde "defendía mis argumentos", es que no me quiero hacer "vanaglorioso" ni "irritar a mis hermanos".
Cuando dulce es el trato del Señor, si alguién me hubiera hablado así, probablemente me habría ofendido.
La iglesia de Cristo no está en mis manos, Él es quien cuida de ella, quien la defiende, está en sus manos... y sin ningún genero de dudas, así está mucho, muchísimo mejor.

"Si tuviera toda la pasión del mundo de tal manera que enciendiera los corazones, y tal vehemencia que nada se me resistiera... y no tengo amor, de nada me sirve" ... ¿O no erá así?

1 comentario:

  1. Luis, creo que lo mas importante de todo es saber con que intenciones hacemos las cosas. Como dices tu, si hablamos por vanagloria eso trae problemas porque le desagradamos a Dios, y somos rechazados por El, pero si decimos las cosas con un corazón sincero y si quizás estamos sinceramente equivocados, nuestro Dios recibe nuestras intenciones y en amor nos corrige.

    Verdaderamente el amor es lo mas importante de todo, y todo lo que hagas, hazlo por amor a El.

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