Mensaje urgente a la Iglesia, David Wilkerson

Ha sido realmente triste el abuso que en la iglesia se ha hecho del tema de la profecia, cuando la Palabra es clara al respecto, la profecía es un medio y un testimonio de Dios para los hombres. Es algo "comprobable", no son cosas "ambigüas" que pueden ser y una cosa u otra, como hacen los falsos "adivinos" y charlatanes.
Fausto comentaba el otro día de esa profecia que falta en la iglesia, y no puedo estar más de acuerdo, Julio también comentaba anteayer sobre la "falsa sensación de seguridad" en la que vivimos.

Tengo una profunda admiración por David Wilkerson, su testimonio y su ministerio han sido intachables, puesto en la brecha desde hace décadas, e iniciando su labor con lo "vil y menospreciado". Ha sido y es un vocero, una atalaya de la iglesia. Ha sido claro y contundente contra toda la basura de la prosperidad y otro muchos males de la iglesia del Señor.
Y ha recibido autentica profecia, de la que es contrastable. El escribió en los 70' un libro "La Visión" que es sobrecogedor leer hoy, en el anticipaba muchas de las cosas que habrían de acontecer, recuerdo que cuando leí el libro -que me conmovió- cuando llegue al capítulo donde habla de la debacle económica que íbamos a vivir, pense honestamente que no lo creía posible... y ya veis.

Os cuento esto por que estoy suscrito desde hace tiempo a unas meditaciones y devocionales que manda por correo electrónico, me gustan mucho.
Pero el pasado sabado, lo leí el domingo, mando un "Mensaje Urgente a la Iglesia", es realmente sobrecogedor. Me lo envio por correo un hermano que lo había traducido al español, comprobe que realmente lo había mandado David Wilkerson, como así es, y lo mande al equipo de trabajo de mi iglesia local.

Pero lo cierto es que no pensaba publicarlo en el blog. Ya sabeís, uno tiene miedo muchas veces que otros piensen que es un fanático o que lo asocien con esa ola de profecía vana, que a mi juicio ha hecho tanto daño a la iglesia. De la misma forma que por "haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará" como nos advierte el Señor, la busqueda de la Voz de Dios ha quedado en un tema en entredicho.
En cualquier caso David Wilkerson no es el "apostol panchito", y tiene una vida y un testimonio que le respalda, y es el mismo Dios quien dice "¿Acaso haré algo, sin rebelarla a mis siervos los profetas?", y la Palabra nos advierte con claridad "no menosprecieis las profecías".
Hermanos estamos llamandos a "examinarlo todo", y además contamos con el discernimiento del mismo Espíritu que nos conduce a toda verdad.

Sín duda vivimos "días malos y tiempos peligrosos", pero se también como dice Jesús advirtiendo sobre las señales de los tiempos del fin "cuando veaís que estas cosas acontezcan, erguios y levantad vuestras cabezas porque vuestra redención esta cerca"

Aquí va el mensaje de David Wilkerson, "Mensaje urgente a la Iglesia":

MENSAJE URGENTE DE DAVID WILKERSON EL DIA DE HOY

Me siento obligado por el Espíritu Santo de mandar un mensaje urgente a todos los que están en nuestra lista de correo, y a los amigos y obispos que hemos conocido alrededor del mundo.

UNA CALAMIDAD QUE SACUDIRÁ AL MUNDO ENTERO ESTÁ PRONTA A SUCEDER. SERÁ TAN ATERRADORA, QUE TODOS VAMOS A TEMBLAR - AÚN LOS MÁS DEVOTOS ENTRE NOSOTROS.

Por diez años yo he estado advirtiendo que mil fuegos arderán en la ciudad de Nueva York. Engullirá a toda el área, incluyendo a Nueva Jersey y Connecticut. Las ciudades principales en toda América experimentarán disturbios e incendios – como vimos que sucedió en Watts, Los Ángeles, años atrás.

Habrá disturbios y fuegos en ciudades en todo el mundo.  Habrá saqueos – incluyendo a Times Square, y la ciudad de Nueva York. Lo que estamos experimentando ahora no es una recesión, ni siquiera una depresión económica. Estamos bajo la ira de Dios. En el Salmo 11 está escrito,

“Si fueren destruidos los fundamentos, ¿qué ha de hacer el justo?” (v. 3).

Dios está juzgando los pecados atroces de América y de las naciones. Él está destruyendo los fundamentos seculares.

El profeta Jeremías le suplicó al Israel pecaminoso, “Así ha dicho Jehová: He aquí que yo dispongo mal contra vosotros, y trazo contra vosotros designios;  conviértase ahora cada uno de su mal camino, y mejore sus caminos y sus obras. Y dijeron: Es en vano; porque en pos de nuestros ídolos iremos, y haremos cada uno el pensamiento de nuestro malvado corazón” (Jeremías 18:11-12).

En el Salmo 11:6, David advierte, “Sobre los malos hará llover calamidades; Fuego, azufre y viento abrazador será la porción del cáliz de ellos.”  ¿Por qué?  David respondió, “Porque Jehová es justo” (v. 7) Este es un juicio justo – igual que los juicios de Sodoma y de la generación de Noé.

¿QUÉ HARÁN LOS JUSTOS?  ¿QUÉ PASARÁ CON EL PUEBLO DE DIOS?

Primero, yo le daré una palabra práctica que recibí yo mismo. Si le es posible abastézcase de suministros de alimentos y cosas esenciales que puedan durar por treinta días. En las ciudades grandes, los mercados se vacían en una hora cuando hay alguna señal de desastre.

Y sobre nuestra reacción espiritual, sólo tenemos dos opciones. Esto está delineado en el Salmo 11.  Podemos “escapar al monte cual ave.” O, como dice David, “Fijó sus ojos en el Señor sentado en su trono en el cielo – sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres” (v. 4). “En Jehová he confiado” (v. 1).

Yo le diré a mi alma: No hay necesidad de que corra… no hay necesidad de que me esconda. Este es un acto justo de Dios. Yo contemplaré a nuestro Señor en su trono, con su mirada tierna, misericordiosa y amorosa pendiente de cada paso que doy – confiando que él salvará a los suyos aún de los diluvios, fuegos, calamidades, pruebas, aflicciones de toda clase.

Nota: Yo no se cuándo sucederán éstas cosas, pero sé que no está distante. Le he descargado mi alma a usted. Haga con éste mensaje como le parezca.

Que Dios lo bendiga y lo guarde.

En Cristo,

DAVID WILKERSON

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EL MENSAJE ORIGINAL:

---------- Forwarded message ----------
From: <devotions@davidwilkersonglobal.org>
Date: 2009/3/7
Subject: AN URGENT MESSAGE
To: XXXXXXXXXXX


I am compelled by the Holy Spirit to send out an urgent message to all on our mailing list, and to friends and to bishops we have met all over the world.

AN EARTH-SHATTERING CALAMITY IS ABOUT TO HAPPEN.
IT IS GOING TO BE SO FRIGHTENING, WE ARE ALL GOING TO TREMBLE—EVEN THE GODLIEST AMONG US.

For ten years I have been warning about a thousand fires coming to New York City. It will engulf the whole megaplex, including areas of New Jersey and Connecticut. Major cities all across America will experience riots and blazing fires—such as we saw in Watts, Los Angeles, years ago.

There will be riots and fires in cities worldwide. There will be looting—including Times Square, New York City. What we are experiencing now is not a recession, not even a depression. We are under God’s wrath. In Psalm 11 it is written,

“If the foundations are destroyed, what can the righteous do?” (v. 3).

God is judging the raging sins of America and the nations. He is destroying the secular foundations.

The prophet Jeremiah pleaded with wicked Israel, “God is fashioning a calamity against you and devising a plan against you. Oh, turn back each of you from your evil way, and reform your ways and deeds. But they will say, It’s hopeless! For we are going to follow our own plans, and each of us will act according to the stubbornness of his evil heart” (Jeremiah 18:11-12).

In Psalm 11:6, David warns, “Upon the wicked he will rain snares (coals of fire)…fire…burning wind…will be the portion of their cup.” Why? David answered, “Because the Lord is righteous” (v. 7). This is a righteous judgment—just as in the judgments of Sodom and in Noah’s generation.

WHAT SHALL THE RIGHTEOUS DO? WHAT ABOUT GOD’S PEOPLE?

First, I give you a practical word I received for my own direction. Lay in store a thirty-day supply of food, toiletries and other essentials. In major cities, grocery stores are emptied in an hour at the sign of an impending disaster.

As for our spiritual reaction, we have but two options. This is outlined in Psalm 11. We “flee like a bird to a mountain.” Or, as David says, “He fixed his eyes on the Lord on his throne in heaven—his eyes beholding, his eyelids testing the sons of men” (v. 4). “In the Lord I take refuge” (v. 1).

I will say to my soul: No need to run…no need to hide. This is God’s righteous work. I will behold our Lord on his throne, with his eye of tender, loving kindness watching over every step I take—trusting that he will deliver his people even through floods, fires, calamities, tests, trials of all kinds.

Note: I do not know when these things will come to pass, but I know it is not far off. I have unburdened my soul to you. Do with the message as you choose.

God bless and keep you.
In Christ,
DAVID WILKERSON