Los negocios de mi Padre

He tenido una semana extenuante de trabajo, de negocios, de problemas..., y que maravilloso es, cuando a pesar del cansancio, uno pone su tiempo, su "sacrificio", para buscar el rostro del Señor, para beber de su Palabra, el Señor recompensa, el Señor es fiel, y sobrepasa con creces nuestras expectativas.
Es hermoso acudir a la Palabra, y que el Espírtu Santo, el mismo que inspiro las Escrituras, hable a nuestro corazón.
Leia el pasaje en que Jesús, es llevado al templo de Jerusalem, a los doce años, donde maravilla a los doctores de la Ley por sus preguntas y por su profundidad; el caso es que sus padres, regresan, y en la caravana, no se dan cuenta hasta los dos dias, de que Jesús no estaba entre ellos, regresan, y lo ven en el templo, sentado con los doctores de la Ley, a los que tenia estupefactos con su "inteligencia y sus respuestas", alli el Evangelio de Lucas, refleja las primeras palabras del Señor, los padres le cuentan de su preocupación y angustia, le dicen "¿Por qué nos ha hecho esto?", y El dice:
¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?

Eso son los negocios que nos han de preocupar, y no nos pase como a sus padres: "Mas ellos no entendieron las palabras que les habló".
Si cargamos nuestro corazón con los afanes de esta vida, con los negocios del mundo, entonces "no entenderemos lo que el Señor nos habla", no entenderemos los "negocios de nuestro Padre", los "negocios del Reino"... no lo permita el Señor, busquemos su Reino y su Justicia, en la confianza de que todas lo demás vendrá por añadidura.