6.4.08

De bautismos y hachas

En una congregación pequeña como la nuestra, que un grupo de 16 personas hayan decidido bautizarse en nuestro próximo campamento en junio, realmente es increíble.
No nos dejamos de sorprender lo que el Señor está haciendo. Hoy hablando con Rody, mi pastor, e hijo de Rodolfo Loyola, me decía que no había visto algo así, ni aún en avivamientos hace ya décadas.
Estoy impartiendo, con la ayuda del Señor, una curso sobre el bautismo a todos ellos, en el que sobre todo lo que se pretende en charlar, compartir dudas, ver lo que la Biblia dice sobre el bautismo y su profundo significado. Y como siempre, es el Señor el que me sorprende guiándome, poniendo palabra.

Hoy me preguntaban en la clase, sobre el arrepentimiento genuino, ¿Que pasa con la gente se aparta de los caminos del Señor? ¿Era su arrepentimiento auténtico?
Recuerdo esos temores, antes del bautismo. Hemos visto como el Señor había tratado con nuestro corazón, habíamos sentido sus "cuerdas de amor" atrayéndonos, pero quizás más de una vez habíamos rehusado, nos habíamos enfriado, alejado de su voz.
Y en el fondo de nuestro corazón, continuaba ese temor... sabemos que estamos ante un paso trascendente -el del bautismo- sabemos que supone un compromiso de vida, pero en el fondo permanece ese temor: ¿Nos alejaremos?

El bautismo es una exhortación directa del Señor, para el que tenemos que arrepentirnos (con ese arrepentimiento que conduce a vida), y hemos de creer en Jesús, que Él es nuestra salvación. Por medio del bautismo es muerto, sepultado en las aguas, nuestro hombre viejo de pecado, y somos resucitados, levantados por el Poder de Cristo.

Pero se produce algo especial también -y es lo que contestaba, según la Gracia del Señor que siempre me sorprende-. En el bautismo somos "injertados", "implantados" en el Cuerpo de Cristo, que es la iglesia, de la cual Él es cabeza, de la cual Él es Señor.
¿Nos podremos separar de Cristo después de esto?. Sí, nosotros podemos apartarnos del Camino, de la Verdad y de la Vida.

Pero os aseguro que no será un proceso "fácil", primero por que podemos tener la certeza absoluta de que Cristo no nos va a soltar jamás en ninguna circunstancia. ¿Puede una mano "separarse" del cuerpo? Sí, puedes coger un hacha y cortarla brutalmente... esa el la única forma de separar un miembro del cuerpo. Puedes tener también la completa seguridad que nada ni nadie te puede dar ese "corte salvaje" (¿Quién nos separará del amor de Cristo?... Romanos 8 en "más que vencedores").
Solo tú podrías coger ese hacha, y dar ese golpe terrorífico.

3 comentarios:

  1. Noticias como estas son de verdadero ánimo, que el Señor te use poderosamente y bendiga a estos hermanos que se bautizarán.

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  2. No creo que haya algo que te separe del amor de Cristo, el dijo que no perderia a ninguno de los que el Padre le diera.

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